viernes, 15 de marzo de 2013

LA IMPORTANCIA DEL OTRO.

           
Martin Buber, un pensador judío que nació en Austria y más tarde se fue a vivir a Israel, es famoso por su Filosofía de las Relaciones. Sus escritos tuvieron impacto en varios campos del saber, como la filosofía, la psicología, el asesoramiento filosófico y la religión. A diferencia de muchos otros pensadores, Buber prevé la transformación de sí que, no es una transformación interior. No es un cambio dentro de mí, sino entre yo y los demás. Esto es así porque, según él, las relaciones son un aspecto central de lo que somos. Una persona nunca es un átomo aislado, sino que siempre es una “persona-en-relación”. Mi identidad como persona se basa en mis relaciones con mis amigos y miembros de la familia, con compañeros y vecinos, con árboles, animales, naturaleza, incluso con Dios. Estas relaciones son una parte esencial de lo que soy, no puedo estar separado de ellas.

Buber distingue entre dos tipos de relaciones: Yo-Ello y Yo-Tú. En las relaciones Yo-Ello, me refiero a la otra persona como un "Ello", como una cosa. Lo considero como algo que está ahí delante de mí, como algo sobre lo cual pienso, algo que experimento o conozco, manipulo, deseo, o trato de ayudar o explotar. Si, por ejemplo, pienso para mis adentros: "Me pregunto cómo se siente ahora", entonces estoy en una relación Yo-Ello.

Por el contrario, Yo-Tú es una relación de cercanía, de estar juntos. En las relaciones Yo-Tú en las que yo estoy con la otra persona (o con un animal, un árbol, etc.) Yo no trato de entenderlo, Yo no lo uso, Yo no lo experimento, Yo no lo examino desde la distancia. Estoy totalmente junto con él, y no hay ninguna distancia que nos separe entre nosotros. Aunque continuamos siendo dos personas y no una (las relaciones sólo pueden existir entre dos individuos diferentes), estamos plenamente el uno con el otro. Esta cercanía implica todo mi ser, a diferencia de las relaciones “Yo-Ello” que involucran sólo a una parte limitada de mí: sólo mi pensamiento, por ejemplo, o sólo la curiosidad, etc

Para entender la idea de Buber del “Yo-Tú”, puedes pensar, por ejemplo, acerca de esos momentos especiales cuando estás sentado tranquilamente con tu amigo o amante. Ni una palabra se habla entre vosotros. No estás tratando de impresionarle, analizarle, o incluso entenderle, simplemente estás con él. Pongamos otro ejemplo, en algunos momentos mágicos con la naturaleza, estás totalmente con el bosque a tu alrededor. No tratas de identificar los nombres de los árboles, no tratas de comparar o analizar, simplemente estás con la naturaleza, totalmente, con todo tu ser por entero.

He aquí un pasaje relevante del famoso libro de Buber “Yo y Tú”:

[Los siguientes textos se toman, con unas simplificaciones de menor importancia, de la traducción de Walter Kaufmann-Hijos de Charles Scribner, Nueva York1970]

“Cuando me encuentro con un ser humano como mi Tú, y le digo la palabra básica “Yo-Tú”, entonces él no es una cosa entre cosas, ni él se compone de cosas.
Ya no es Él o Ella, limitado por otros “Ellos” y “Ellas”, un punto en la red del espacio y del tiempo. Él no es una condición que pueda ser experimentado o descrito,ni un conjunto de cualidades específicas. Sin proximidades, ni fisuras, Él es Tú, y llena el cielo por entero. Esto no quiere decir que no haya nada mas que Él, sino que todo lo demás vive en su luz.

Así como una melodía no está compuesta por tonos, ni un poema está compuesto por palabras, ni una escultura está compuesta por líneas… Así pasa con el ser humano a quien yo le digo:  Tú. Puedo abstraer de Él el color de su pelo o el color de su habla o el color de su bondad… pero entonces Él inmediatamente dejaría de ser Tú.

Para Buber, en las relaciones Yo-Tú expreso mi ser completo, y por tanto soy auténtico. Por el contrario, las relaciones Yo-Ello son distantes, fragmentarias, parciales, alienantes. Son necesarias para fines prácticos. No puedo estar siempre totalmente junto con cada conductor de autobús, con todos los compañeros, con todos los vecinos. Pero a pesar de que es imposible mantener el Yo-Tú todo el tiempo, esa relación es una fuente de sentido y valor para todas mis interacciones y para mi vida en general. Como dice Buber:

Sin Ello, el ser humano no puede vivir. Pero todo el que vive sólo con Ello, no es humano.

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