La psoriasis es una enfermedad crónica de la piel que afecta al 2% de la población. Lo que marca la diferencia con otras enfermedades crónicas, es que en este caso la apariencia física se ve afectada. En el caso de la psoriasis, a parte de la adaptación ante el diagnóstico y estrategias habituales de afrontamiento a una enfermedad crónica, el psoriásico tiene que enfrentarse al impacto emocional que puede sufrir ante el rechazo social provocado por el desconocimiento de la efermedad. La psoriasis no es contagiosa, sólo es mala para quien la padece.
Entre las consecuencias psicológicas más habituales se encuentran trastornos del estado de ánimo, ansiedad, baja autoestima, distorsión de la imagen corporal, problemas en las relaciones familiares, laborarles, etc...
Proponemos una intervención grupal, en la que la persona conozca su enfermedad y descubra que no esta sólo, compartiendo experiencias con otros afectados, haciendo énfasis en la "responsabilidad" en la gestión del cambio hacia una mejora en la calidad de vida y donde el manejo de emociones juega un papel central.
Os dejamos un video de Acción Psoriasis, para la concienciación de esta enfermedad.
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