sábado, 2 de noviembre de 2013

EL ÉXITO Y LA INTELIGENCIA EMOCIONAL

El éxito deja rastro, por lo que hay que seguirle la pista a aquellos empresarios o directivos que han tenido éxito, entendiendo el éxito no desde el punto de vista económico o personal sino desde el punto de vista de hacer cosas interesantes, de crear y generar. Las personas que han creado tienen un éxito que deja rastro en función de dos variables:

- El tipo de contribución que han hecho.

- El tipo de personas en que se han convertido.

Podríamos decir que estas dos variables son efectos causados por los resultados que han obtenido los cuales están muy relacionados con el perfil de comportamiento que han seguido totalmente influenciado a su vez por el perfil de emociones que han sentido.
No existe nadie que haya hecho algo relevante en su vida sin haber sentido pasión por lo que estaba haciendo. Es el papel, una vez más, de las emociones.
Pero las emociones no dependen de las cosas sino del significado que le damos a estas cosas. Podríamos decir entonces que una persona es como es, según cómo interpreta sus circunstancias. La clave de la felicidad, de tener una vida de plenitud en todos los niveles, y también en el profesional, está en cómo se interpretan los sucesos que van ocurriendo.

El significado de las situaciones que van sucediendo a lo largo de la vida se puede controlar a través de varios mecanismos. Uno de ellos es el tipo de creencias básicas que cada persona tiene, y aquí lo importante no es que sus creencias sean verdaderas o falsas sino que sus creencias tengan un carácter facultativo, que le den esperanza para intentarlo otra vez, que le animen a proseguir, que supongan un impulso interno para volver a intentarlo. No conviene por tanto que las creencias tengan un carácter discapacitante, que nos cierren oportunidades, que nos corten las alas o nos digan que no lo vamos a lograr.
El segundo mecanismo por el cual se controla las situaciones son los condicionales que una persona se crea a la hora de hacer las cosas. Un condicional es aquello que hace falta que suceda para que alguien haga algo y sienta algo haciéndolo.
Hay personas que por el tipo de reglas que utilizan a la hora de hacer las cosas tienen pocas probabilidades de sentirse bien. Una persona que se pone muchos condicionales,que se autoimpone muchas reglas acaba creándose unas condiciones personales para que las circunstancias actúen de una manera discapacitante.
Concedámonos la oportunidad de intentarlo, y por supuesto aceptemos el hecho de que podemos equivocarnos, pero valorando ese error no como algo negativo, sino como material para el aprendizaje.

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